La base de la nutrición de diseño es el estar fluyendo en el sistema emocional y activar el metabolismo. Debido a que usualmente tenemos algún grado de inflamación en nuestro cuerpo, la nutrición ideal también debe tener un carácter antinflamatorio y debe ser personalizada, ya que la reacción frente a cada alimento depende también del estado emocional y de la composición genética de cada individuo.
Los alimentos naturales se comunican con las células de nuestro cuerpo a través de sustancias llamadas fitonutrientes con propiedades antinflamatorias y anti-cáncer que ayudan en el bienestar celular.
Recordemos que la inflamación es esencial para la supervivencia, pero descontrolada te puede hacer mucho daño.
Dentro de las zonas emocionales de supervivencia y de crecimiento nos conectamos con dos tipos diferentes de nutrición: La nutrición reactiva que hace parte de las estrategias de defensa (nivel Neuroreactivo), está sujeta a las exigencias del alto gasto energético y emocional; produce inflamación y daño celular, es de tipo adictivo y se relaciona con la dieta “occidental”.
Mientras que en la zona de crecimiento desarrollamos una nutrición donde podemos elegir nuestros alimentos que promueven un buen balance de la inflamación, prevención de la enfermedad y activación del metabolismo lo que llamamos nutrición de diseño.
Buscamos el mejor control de la inflamación y al haber alimentos que inflaman unos más que otros podemos modular la dieta para obtener los mejores resultados de acuerdo a las características y síntomas de cada paciente.
Nuestro cuerpo se adapta con un alto costo al estrés persistente, lo que lo lleva a conectarse con una alimentación de rápida recompensa con altas calorías, obesidad abdominal, hígado graso, agotamiento, enfermedad cardiaca, depresión, ansiedad y la inflamación de muchos órganos.
A costumbre de gratificaciones inmediatas tiene un alto costo.
Si nos alimentamos con abundantes harinas blancas y azúcar en exceso, vamos a desarrollar las bacterias intestinales que se alimentan de estos productos y esto aumenta el apetito de calorías vacías de forma adictiva y nos mantiene en un metabolismo que incrementa la grasa corporal. La dieta alta en grasa puede aumentar la permeabilidad intestinal con paso de bacterias e inflamación en el tejido graso.
La alimentación actual está causando un alto grado de estrés y de inflamación en el cuerpo. la comida tipo occidental —nutrición reactiva— con abundantes calorías, grasas, carnes, lácteos altos en grasa, harinas, endulzantes y alimentos procesados es una bomba inflamatoria con daño en todos los órganos que se asocian a aterosclerosis y cáncer de colon.
Este tipo de alimentos tienen un efecto adictivo muy poderoso al activar el circuito de recompensa y de bienestar inmediato en el cerebro. Es posible que estés escogiendo los alimentos más adictivos de manera inconsciente. De ahí que tengas una resistencia a salir de la nutrición de tipo reactivo debido a que está relacionada con los elementos de motivación y recompensa de las estrategias defensivas —resistencia al cambio nutricional—. Nuestros genes no están adaptados a la sobrecarga de alimentación y estrés de manera continua. Además de que la dieta occidental se ha asociado a un incremento en el riesgo de presentar depresión (205).
La dieta está relacionada con la modulación de la inflamación, estrés oxidativo, y la plasticidad y función cerebral. (205)
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MEDINBLUE. Centro de Gastroenterología, Endoscopia, Nutrición y Bienestar.
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