El síndrome de intestino irritable, cómo tratarlo

irritable

El “colon es irritable” se conoce por la aparición un dolor en el abdomen persistente pero casi siempre intermitente con cambios en la deposición, a veces con diarrea a veces con estreñimiento o alternados, suele presentarse con momentos de crisis con dolor y distensión abdominal usualmente desencadenados por alimentos que el paciente ya reconoce al cual es intolerante ,mas frecuentes son las comidas grasas, las salsas y las comidas rápidas, así como también algunas verduras como el brócoli, coliflor o repollo.
Antes de la pubertad el estrés temprano en la vida, por abusos, estresores sociales, dieta pobre, etc., y la composición genética determina la vulnerabilidad o la resiliencia a desarrollar desórdenes de dolor asociados al estrés, como el síndrome de colon irritable. Las adversidades en la vida temprana aumentan el riesgo de desarrollar en el adulto dolores persistentes.
Puede haber una intolerancia a los lácteos y sensibilidad al gluten, hay que mirar cómo está reaccionando la persona a la leche y al trigo.
Es frecuente que el colon irritable se presente en las tardes luego de las comidas con una molestia marcada. Aunque el dolor puede no se tan intenso limita mucho la calidad de vida. Lo que menos tolera el paciente son las salsas, lácteos, grasas, el gluten y algunas verduras.
Es una de las consultas más frecuentes en gastroenterología ,el objetivo es disminuir la inflamación del colon, mejorar el tipo de bacterias intestinales, diseñar una nutrición que se adapte a cada paciente y modular el movimiento del intestino.
El tratamiento del colon irritable es integral desde la modulación emocional, regulación del estrés, tratamientos con sustancias naturales y con algunos fármacos que modulan el movimiento y controlan la sensibilidad del colon.
Antes de pensar en que la persona tiene un intestino irritable el medico debe descartar si no se trata de una lesión del colon, debe valorar si es prudente realizar una colonoscopia.
Se aconseja reducir alimentos que usualmente causan intolerancia como salsas, comida chatarra, fritos, alimentos con abundante grasa; reducir la fibra insoluble de salvado de trigo, hortalizas, palomas de maíz, quinua, y granos enteros como los integrales; repollo, cebolla, legumbres, alcohol, cafeína, picantes, bebidas carbonatadas, se anima a que la persona realice actividad física y tenga una buena hidratación.
Evaluar la intolerancia a la leche y a la lactosa que acompaña a la mitad de los pacientes con síndrome de intestino irritable causando distensión, malestar abdominal y heces sueltas.
Se aconseja un consumo abundante de agua y líquidos sin cafeína y evitar las bebidas carbonatadas como los refrescos. Preferir el té herbal.
Los probióticos pueden ayudar a disminuir la intensidad de los síntomas del intestino irritable, algunos han reducido el dolor abdominal y los gases, otros han reducido los movimientos intestinales y otros han mejorado todos los síntomas globalmente.
Hacer ejercicio —de intensidad moderada, correr, natación, ciclismo, treinta minutos al día por cinco días a la semana— mejora la eliminación de gases, la distensión, el estreñimiento y está relacionado con mejoría de síntomas de ansiedad, depresión y fatiga. También se aconseja la práctica de yoga y mindfulness.
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